7.28.2014

Devocional: 1 Pedro 5:2


"Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo." 1 Pedro 5: 2. 

Esto es equivalente a una promesa: si nos inclinamos, el Señor nos alzará. La humildad conduce al honor: la sumisión es el camino a la exaltación. La misma mano de Dios que nos empuja hacia abajo, está esperando para levantarnos cuando estemos preparados para recibir la bendición. Nos agachamos para vencer. Muchos se rebajan delante de los hombres, y, sin embargo, no reciben la protección que ambicionan; pero aquel que se humilla bajo la mano de Dios no dejará de ser enriquecido, exaltado, sostenido y consolado por el Dios siempre lleno de gracia. Es un hábito de Jehová derribar al altivo y exaltar al humillado. Sin embargo, hay un tiempo para la obra del Señor. Hemos de humillarnos ahora, incluso en este preciso instante; y estamos obligados a continuar haciéndolo, ya sea que el Señor ponga sobre nosotros Su mano que causa aflicción o no. Cuando el Señor hiere, es nuestro especial deber aceptar el castigo con profunda sumisión. Pero en cuanto a nuestra exaltación proveniente del Señor, esa sólo puede venir"cuando fuere tiempo" , y Dios es el mejor juez de ese día y hora. ¿Clamamos impacientemente pidiendo la bendición? ¿Desearíamos un honor inoportuno? ¿Qué pretendemos? Seguramente no nos hemos humillado verdaderamente, pues, de lo contrario, esperaríamos con tranquila sumisión. Entonces, hagámoslo. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.27.2014

Devocional: Hechos 13:34

"Os daré las misericordias fieles de David." Hechos 13: 34.

Nada que sea del hombre es seguro; pero todo lo que es de Dios sí lo es. En especial, las misericordias del pacto son misericordias seguras, tal como dijo David:"Pacto perpetuo, ordenado en todas las cosas, y será guardado." Estamos seguros de que el Señor ofreció en serio Su misericordia. Él no habló meras palabras: hay sustancia y verdad en cada una de Sus promesas. Sus misericordias son en verdad misericordias. Incluso si una promesa pareciera que no se cumplirá por causa de la muerte, no dejará de cumplirse, pues el buen Señor cumplirá Su palabra. Nosotros estamos seguros de que el Señor otorgará las misericordias prometidas a todos aquellos que están bajo el pacto. Esas misericordias llegarán a todos los elegidos del Señor, en el tiempo señalado. Serán cumplidas para toda la simiente, desde el más pequeño de ellos hasta el mayor de ellos. Estamos seguros de que el Señor continuará Sus misericordias para con Su propio pueblo. Él no da y quita. Lo que ya nos ha dado es la señal de muchas cosas más. Lo que no hemos recibido es tan seguro como lo que ya nos ha sido otorgado; por tanto, hemos de esperar delante del Señor y quedarnos tranquilos. No hay ninguna razón justificable para la menor duda. El amor de Dios, y Su palabra, y Su fidelidad serán guardados. Muchas cosas son cuestionables, pero en cuanto al Señor cantamos: "Pues Sus misericordias perdurarán Siempre fieles, siempre seguras."

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.26.2014

Devocional: Oseas 2:16-17


"En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi*, y nunca más me llamarás Baali**. Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres." Oseas 2: 16, 17. 

Ese día ha llegado. Ya no vemos más a nuestro Dios como Baal, nuestro tirano señor y poderoso amo, pues no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. Ahora consideramos a Jehová, nuestro Dios, como nuestro Ishi, nuestro amado esposo, nuestro Señor en amor, nuestro pariente por los vínculos de una sagrada relación. No lo reverenciamos menos, sino que lo amamos más. No le servimos con menor obediencia, sino más bien le servimos por una razón más excelsa y cariñosa. No temblamos más bajo Su látigo, sino que nos regocijamos en Su amor. El esclavo es convertido en un hijo, y la tarea es vuelta placer. ¿Sucede así contigo, querido lector? ¿Ha quitado la gracia el miedo servil y ha implantado el amor filial? ¡Cuán felices somos con tal experiencia! Ahora llamamos al domingo un deleite, y la adoración nunca es un fastidio. La oración es ahora un privilegio, y la alabanza es un día de fiesta. Obedecer es el cielo; dar para la causa de Dios es un banquete. De esta manera todas las cosas se han vuelto nuevas. Nuestra boca está llena de himnos, y nuestro corazón está pletórico de música. Bendito sea nuestro Ishi celestial por siempre y para siempre. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

*Ishi = esposo
**Baali = amo, señor 

7.25.2014

Devocional: Daniel 12:13


"Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días." Daniel 12: 13. 

Nosotros no podemos entender todas las profecías, pero, a pesar de ello, las consideramos con placer, y no con desánimo. No puede haber nada en el decreto del Padre que deba alarmar justamente a Su hijo. Aunque la abominación de la desolación esté investida de poder, el verdadero creyente no será contaminado; más bien será purificado, y emblanquecido, y probado. Aunque la tierra arda, los escogidos no tendrán ningún olor de fuego. En medio de la caída estrepitosa de la materia, y de la destrucción de los mundos, el Señor Jehová preservará a los Suyos. Con calma y resueltos en el deber, valerosos en el conflicto, y pacientes en el sufrimiento, prosigamos nuestro camino, manteniéndonos en nuestra ruta, sin desviarnos de ella y sin holgazanear en ella. El fin vendrá; prosigamos nuestra marcha hasta que venga. El reposo será nuestro. Todas las otras cosas oscilan de un lado al otro, pero nuestro cimiento permanece firme. Dios reposa en Su amor, y, por tanto, nosotros reposamos en él. Nuestra paz es, y siempre será, como un río. Una porción del Canaán celestial es nuestra, y estaremos en ella, venga lo que venga. El Dios de Daniel dará una digna porción a todos aquellos que se atrevan a decidirse por la verdad y por la santidad como lo hizo Daniel. Ningún foso de leones nos privará de nuestra herencia garantizada. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.24.2014

Devocional: Apocalipsis 3:5


"El que venciere será vestido de vestiduras blancas." Apocalipsis 3: 5. 

¡Guerrero de la cruz, continúa luchando! No descanses nunca hasta que tu victoria sea lograda, pues tu eterno galardón será digno de una vida de combate. ¡Mira, aquí hay perfecta pureza para ti! Unos cuantos en Sardis conservaban limpios sus vestidos, y su recompensa es que serán sin mancha. La perfecta santidad es el premio de nuestro excelso llamamiento, y no hemos de perderlo. ¡Mira, aquí hay gozo! Llevarás vestidos de fiesta, como los vestidos que los hombres se ponen en las bodas; serás vestido de alegría, y resplandecerás de gozo. Las dolorosas pugnas concluirán en paz de conciencia y gozo en el Señor. ¡Mira, aquí hay victoria! Tendrás un triunfo. Palma y corona y vestidos blancos serán tu galardón; serás tratado como un vencedor, y reconocido como tal por el propio Señor. ¡Mira, aquí hay vestimentas sacerdotales! Estarás delante del Señor con vestidos como los que usaban los hijos de Aarón; ofrecerás sacrificios de acción de gracias, y te acercarás al Señor con el incienso de la alabanza. ¿Quién no querría luchar por un Señor que otorga tan grandes honores al más insignificante de Su siervos fieles? ¿Quién no querría ser cubierto con la túnica de un necio por causa de Cristo, viendo que Él nos vestirá de gloria? 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.23.2014

Devocional: Hebreos 10:17


"Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones." Hebreos 10: 17. 

De acuerdo a este pacto de gracia, el Señor trata a Su pueblo como si nunca hubiese pecado. Prácticamente, Él olvida todas sus ofensas. Él trata a los pecados de todo tipo como si nunca hubiesen existido; como si estuviesen completamente borrados de Su memoria. ¡Oh, qué milagro de gracia! Dios hace aquí algo que en ciertos aspectos es imposible para Él. Su misericordia obra milagros que trascienden en mucho a todos los demás milagros. Nuestro Dios ignora nuestro pecado ahora que el sacrificio de Jesús ha ratificado el pacto. Podemos regocijarnos en Él sin miedo de que sea provocado a ira contra nosotros por causa de nuestras iniquidades. ¡Vean!, Él nos pone en medio de los hijos; Él nos acepta como justos; Él se deleita en nosotros como si fuésemos perfectamente santos. Incluso nos pone en lugares de confianza; nos hace guardianes de Su honor, depositarios de las joyas de la corona, mayordomos del Evangelio. Nos considera dignos, y nos da un ministerio; esta es la prueba más excelsa y más especial de que Él no recuerda nuestros pecados. Incluso cuando nosotros perdonamos a un enemigo, nos toma mucho tiempo confiar en él; juzgaríamos imprudente hacerlo. Pero el Señor olvida nuestros pecados, y nos trata como si nunca hubiésemos errado. ¡Oh alma mía, qué promesa es esta! Cree en ella y sé feliz. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.22.2014

Devocional: Oseas 2:19-20


"Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová." Oseas 2: 19, 20. 

¡Desposarse con el Señor! ¡Qué honor y qué gozo! Alma mía, ¿es en verdad tuyo Jesús por Su propio desposorio condescendiente? Entonces, fíjate, es para siempre. Él no romperá nunca Su compromiso y mucho menos entablará un juicio de divorcio contra un alma unida a Él en lazos matrimoniales. Tres veces dice el Señor"te desposaré conmigo" . ¡Qué palabras selecciona para expresar el desposorio! La justicia interviene para legalizar el pacto; nadie puede prohibir las bodas. El juicio sanciona la alianza con su decreto: nadie puede ver necedad o error en la boda. La misericordia garantiza que esta es una unión de amor, pues sin amor el desposorio es una servidumbre, y no una bendición. Mientras tanto, la misericordia sonríe, e incluso canta; sí, se multiplica a sí misma convirtiéndose en"misericordias" , debido a la gracia abundante de esta santa unión. La fidelidad es la responsable de los registros e inscribe el desposorio, y el Espíritu Santo dice"Amén" a ello, al tiempo que promete enseñar al corazón desposado todo el conocimiento sagrado necesario para su elevado destino. ¡Qué promesa! 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.21.2014

Devocional: Daniel 12:3


"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad." Daniel 12: 3.

Aquí hay algo que debe despertarme. Vale la pena vivir para esto. Ser entendido es algo noble en sí mismo: en este lugar se refiere a un entendimiento divino que únicamente el propio Señor puede otorgar. ¡Oh, conocerme a mí mismo, y a mi Dios y a mi Salvador! ¡Que sea enseñado divinamente de tal manera, que pueda llevar a la práctica la verdad celestial y vivir a la luz de ella! ¿Vivo una vida sabia? ¿Estoy buscando lo que debo buscar? ¿Vivo como habría deseado vivir a la hora de mi muerte? Una sabiduría tal puede garantizarme un resplandor eterno como aquellos cielos iluminados por el sol. Ser un ganador de almas es un glorioso logro. Tengo necesidad de ser sabio si he llevar a alguien a la justicia; mucho más todavía si he de llevar a muchos. ¡Oh, he de tener el conocimiento de Dios, de los hombres, de la Palabra y de Cristo, que me habilitará para convertir a mis semejantes, y convertir a un gran número de ellos! Quiero entregarme a esto, y no descansar nunca hasta haberlo logrado. Esto será mejor que ganar estrellas en la corte. Esto me convertirá en una estrella, en una estrella resplandeciente, en una estrella que resplandece por siempre y para siempre; sí, más que eso, me hará resplandecer como muchas estrellas. ¡Alma mía, despiértate¡ ¡Señor, vivifícame!

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

7.20.2014

Devocional: Hebreos 9:28


"Y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan." Hebreos 9: 28. 

Esta es nuestra esperanza. Aquel a quien ya hemos mirado en Su venida para cargar una vez con el pecado de muchos, se manifestará otra vez a los hijos de los hombres; esta es una feliz perspectiva en sí misma. Pero esa segunda venida tiene ciertas señales peculiares que la glorifican en grado sumo. Nuestro Señor habrá terminado el asunto del pecado. Lo ha quitado de tal manera de Su pueblo, y ha soportado tan eficazmente su castigo, que no tendrá nada que ver con el pecado en Su segunda venida. No presentará ninguna ofrenda por el pecado, pues habrá quitado completamente el pecado. Nuestro Señor completará entonces la salvación de Su pueblo. Ellos serán salvados de manera final y perfecta, y gozarán en todos sentidos de la plenitud de esa salvación. Él no viene para soportar el resultado de nuestras transgresiones, sino para traer el resultado de Su obediencia; no viene para quitar nuestra condenación, sino para perfeccionar nuestra salvación. Nuestro Señor se aparece así únicamente a aquellos que lo esperan. Él no será visto en este carácter por hombres cuyos ojos están cegados por el ego y el pecado. Para ellos, Él será un terrible Juez, y nada más. Primero hemos de mirarlo a Él, y después mirar en espera de Él; y en ambos casos nuestra mirada será vida. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.19.2014

Devocional: Deuteronomio 33:25


"Hierro y bronce serán tus cerrojos, y como tus días serán tus fuerzas." Deuteronomio 33: 25. 

"Hierro y bronce serán tus zapatos, y como tus días serán tus fuerzas." (Versión King James). 

Aquí hay dos cosas provistas para el peregrino: zapatos y fuerzas. En cuanto a los zapatos : son muy útiles para viajar en caminos ásperos y para hollar a los mortales enemigos. No iremos descalzos; esto no sería recomendable para príncipes de sangre real. Nuestros zapatos no serán en absoluto del tipo común, pues tendrán suelas de metal durable, que no se desgastarán incluso si el camino es largo y difícil. Tendremos protección que será proporcional a las necesidades del camino y de la batalla. Por tanto, prosigamos nuestra marcha valerosamente, no temiendo ningún daño aunque pisemos serpientes, o pongamos nuestro pie sobre el propio dragón. En cuanto a las fuerzas : nuestras fuerzas estarán presentes en tanto que nuestros días se prolonguen, y serán proporcionales a la presión y a la carga de esos días. Las palabras son pocas,"y como tus días serán tus fuerzas" , pero el significado es pleno. En este día podemos esperar tribulación y trabajos que requieran energía, pero de manera confiable podemos esperar una fuerza equivalente. Esta palabra dada a Aser, nos es dada también a nosotros, si tenemos la fe para apropiarnos de ella. Actuemos de conformidad al santo valor que debe ser generado por esa promesa en el corazón del creyente. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.18.2014

Devocional: Oseas 2:14


"Yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón." Oseas 2: 14. 

La bondad de Dios nos ve atraídos por el pecado, y resuelve probar en nosotros las más poderosas atracciones del amor. ¿No recordamos esa primera vez cuando el Amante de nuestras almas nos embelesó y nos encantó apartándonos de las fascinaciones del mundo? Él hará esto una y otra vez, cuando nos vea con probabilidad de ser atrapados por el mal. Él promete apartarnos, pues allí puede tratar mejor con nosotros, y este lugar apartado no ha de ser un Paraíso, sino un desierto, pues en un lugar así no habrá nada que distraiga nuestra atención de nuestro Dios. En los desiertos de la aflicción, la presencia del Señor se vuelve todo para nosotros, y valoramos Su compañía por encima de todo valor que le asignábamos cuando nos sentábamos bajo nuestra propia vid e higuera en sociedad con nuestros semejantes. La soledad y la aflicción traen más cosas para ellos mismos y para su Padre celestial que cualquier otra cosa. Cuando somos atraídos y apartados de esta manera, el Señor tiene cosas preciosas que decirnos para nuestro consuelo. Él "habla a nuestros corazones", tal como está expresado en el original. ¡Oh, que en este momento pudiéramos tener esta promesa aplicada a nuestra experiencia! ¡Atraídos por el amor, separados por la tribulación, y consolados por el Espíritu de la verdad, que podamos conocer al Señor y cantar de gozo! 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.17.2014

Devocional: Daniel 11:32


"Mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará." Daniel 11: 32 

Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre." Quienes se alistan bajo su estandarte tendrán un comandante que los entrenará para el conflicto, y les infundirá tanto vigor como valor. Los tiempos de los que escribió Daniel eran de los peores, y entonces fue prometido que el pueblo de Dios saldría con sus mejores colores: que serían fuertes e intrépidos para confrontar al poderoso adversario. Oh, que pudiéramos conocer a nuestro Dios; Su poder, Su fidelidad, Su amor inmutable, y así pudiéramos estar preparados para arriesgarlo todo por Su causa. Él es alguien cuyo carácter genera nuestro entusiasmo, y nos hace dispuestos a vivir y morir por Él. Oh, que pudiéramos conocer a nuestro Dios gracias a una familiar comunión con Él; pues entonces nos volveríamos semejantes a Él, y estaríamos preparados a defender la verdad y la justicia. Quien sale refrescado después de haber contemplado el rostro de Dios nunca tendrá miedo del rostro del hombre. Si moramos con Él, absorberemos el espíritu heroico, y, para nosotros, un mundo de enemigos no será sino una gota en una cubeta. Un incontable escuadrón de hombres, o incluso de demonios, nos parecerá tan pequeño como lo son las naciones ante Dios, y Él sólo las considera como langostas. Oh, ser valiente por la verdad en este día de falsedad. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.16.2014

Devocional: Sofonías 3:19

"Y salvaré a la que cojea." Sofonías 3: 19.

Hay muchas de éstas que cojean, tanto machos como hembras. Puedes encontrarte "a la que cojea" veinte veces en una hora. Van por el camino indicado y están sumamente ansiosas de correr en él con diligencia, pero son cojas, y su caminar es muy torpe. En el camino celestial hay muchos inválidos. Pudiera ser que digan en sus corazones: ¿qué será de nosotros? El pecado nos atrapará, Satanás nos derribará. ' Próximo-A-Cojear' es nuestro nombre y nuestra naturaleza; el Señor no tiene buenos soldados, ni siquiera veloces mensajeros que atiendan Sus mensajes. ¡Bien! ¡Bien!, Él nos salvará y eso no es algo insignificante. Él dice: "Salvaré a la que cojea." Al salvarnos, Él se glorificará grandemente. Todos se preguntarán: ¿cómo logró esta mujer coja participar en la carrera y ganar la corona? Y entonces toda la alabanza será dada a la gracia todopoderosa. 

Señor, aunque cojee en la fe, en la oración, en la alabanza, en el servicio y en la paciencia, ¡sálvame, te lo suplico! Sólo Tú puedes salvar a un lisiado como yo. Señor, no permitas que perezca por estar entre los postreros, sino recoge por Tu gracia a los más lentos de Tus peregrinos: incluso a mí. He aquí que Él ha dicho que así será, y, por tanto, como Jacob, prevaleciendo en oración, sigo adelante aunque mi tendón esté contraído. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.15.2014

Devocional: Mateo 5:4


"Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación" Mateo 5: 4. 

Por el valle de lágrimas llegamos a Sion. Uno habría pensado que llorar y ser bendecido estaban en oposición, pero el infinitamente sabio Salvador los junta en esta bienaventuranza, y lo que Él juntó, no lo separe el hombre. Llorar por el pecado por nuestros propios pecados, y los pecados de otros- es el sello del Señor estampado en Sus fieles. Cuando el Espíritu de gracia es derramado sobre la casa de David, o sobre cualquier otra casa, entonces los de la casa llorarán. Por el llanto santo recibimos las mejores bendiciones, de la misma manera que los productos más exóticos nos llegan por la vía marítima. No solamente será bendecido en algún día futuro el que llora, sino que Cristo lo declara bendecido incluso ahora. El Espíritu Santo consolará en verdad aquellos corazones que lloran por el pecado. Serán consolados por la aplicación de la sangre de Jesús, y por el poder limpiador del Espíritu Santo. Serán consolados en cuanto al abundante pecado de su ciudad y de su época, por la seguridad de que Dios se glorificará a Sí mismo, sin importar cuánto se rebelen los hombres en Su contra. Serán consolados por la expectación de que serán liberados enteramente del pecado en breve, y pronto serán llevados a morar para siempre en la gloriosa presencia de su Señor. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román 

7.14.2014

Devocional: Salmo 55:22

"Echa sobre Jehová tu carga y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo." Salmo 55: 22. 


Como es una carga pesada, échala sobre la Omnipotencia. Ahora es tu carga, y te aplasta; pero cuando el Señor la tome, se convertirá en nada. Si todavía eres llamado a sostenerla, "él te sustentará." Estará sobre ti, y no estará sobre ti. Serás sostenido de tal manera que la carga será una bendición. Pídele al Señor que intervenga y estarás muy erguido bajo ese peso que en sí mismo te doblegaría. Nuestro principal temor es que nuestra prueba nos desvíe del sendero del deber; pero el Señor no tolerará eso nunca. Si somos justos delante de Él, Él no permitirá que nuestra aflicción nos mueva de nuestra posición. En Jesús, Él nos acepta como justos, y en Jesús, nos mantendrá así. Y, ¿qué pasa con el momento presente? ¿Estás enfrentando solo la prueba de este día? ¿Tus pobres hombros han de ser lesionados por la carga opresiva? No seas tan insensato. Cuéntale al Señor todo acerca de tu dolor, y abandónalo todo en Él. No arrojes tu carga al suelo, para volver a cargarla; échala sobre el Señor, y déjala allí. Entonces caminarás en libertad como un creyente gozoso que ha sido librado de la carga, y cantarás las alabanzas de tu grandioso Cargador.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

7.13.2014

Devocional: Jeremías 39:18


"Porque ciertamente te libraré, y no caerás a espada, sino que tu vida te será por botín, porque tuviste confianza en mí, dice Jehová." Jeremías 39: 18. 

Contemplen el poder protector de la confianza en Dios. Los grandes hombres de Jerusalén cayeron por la espada, pero el pobre Ebed-melec estuvo seguro, pues su confianza estaba puesta en Jehová. ¿En quién más podría confiar el hombre, sino en su Hacedor? Somos necios cuando preferimos la criatura al Creador. ¡Oh, que en todas las cosas pudiéramos vivir por fe; entonces seríamos librados en todo tiempo de peligro! Nadie confió jamás en el Señor en vano, y nadie lo hará. El Señor dice:"Ciertamente te libraré." Observen el divino"ciertamente" . Por incierto que sea todo lo demás, el cuidado que Dios tiene de los creyentes es seguro. El propio Dios es el guardián de los agraciados. Bajo Su ala sagrada hay seguridad, aun cuando abunde toda clase de peligros. ¿Podemos nosotros aceptar esta promesa como segura? Entonces en nuestra emergencia presente descubriremos que permanece firme. Esperamos ser librados porque tenemos amigos, o porque somos prudentes, o porque podemos ver signos esperanzadores; pero ninguna de estas cosas es ni la mitad de buena como la simple expresión"porque tuviste confianza en mí" de Dios. Querido lector, prueba este camino, y, cuando lo pruebes, te mantendrás en él toda tu vida. Es tan dulce como seguro. 

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román